King!

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domingo, 26 de octubre de 2014

Recuerdos del rodaje del video Bad / Memories of the Bad video shoot


Sam Bono, actor y bailarín recuerda cómo acabó formando parte del video BAD de Michael Jackson.



La magia de Michael Jackson ha tocado a mucha gente. En el momento de hacer el vídeo para su nuevo disco, algunos muy afortunados jóvenes actores y uno en particular, fueron alcanzados por la magia de Michael Jackson.

“No voy a mentir. Fue el momento más excitante de mi vida. Allí estaba Sam Bono trabajando con Michael Jackson. Fue realmente un sueño hecho realidad”, dijo Sam.

“Fue difícil de creer. Recibí una llamada de mi agente de casting preguntándome si estaba disponible para las dos semanas siguientes. Estando sin empleo la mayor parte del tiempo le dije naturalmente que sí. Entonces me dijo: ‘Michael Jackson está en la ciudad haciendo un video. ¿Estarías dispuesto a trabajar en él?’. Bromeando le dije: ‘Déjame mirar mi agenda’. Después grité: Sí!!”

“Fui al casting a leer mi papel, les gusté y me pidieron volver al día siguiente. Entonces leí para Martin Scorsese. Le gusté. Unos días después me llamaron diciendo que tenía un pequeño papel. Enloquecí”.

El vídeo para la canción BAD está basado un poco libremente en una historia real sacada de las páginas de una revista o un periódico. Michael interpreta a un joven llamado Daryl, un chico de los suburbios que asiste a un instituto mayoritariamente blanco. Grabaron las escenas en Master’s School en Dobbs Ferry, New York. 

Bono tiene recuerdos vívidos de esos días de rodaje. “Me levanté, me miré al espejo y dije: ‘Bono y Jackson. Bueno, llegó el día. Estaba tan excitado!”
Cuando llegó al sitio del rodaje había tantos camiones, cámaras y equipo como para un largometraje. Sam y otros actores fueron llevados a una clase donde esperaron la llegada de Jackson.
“Esperamos alrededor de una hora y entonces llegó la limusina de Jackson. Le vi salir con su mascarilla puesta pero fue la única vez que la usó y creo que era solo por los fotógrafos que había allí. Entró en la clase con su guarda de seguridad y dos policías locales. Había un silencio total en la habitación. Se habría podido escuchar caer un alfiler. Michael no dijo casi nada, solo miró alrededor y se sentó”.


Sam dice que Michael parecía muy tímido y evitaba el contacto visual con otra gente que no fuera de su personal. Era simpático y amable pero callado. El productor Quincy Jones había alquilado un tren local para rodar algunas escenas en él. Aquí es donde Sam dice que llegó a conocer al verdadero Michael. 

“En la clase, Michael hacía sus escenas y después volvía a su trailer. Sin embargo, cuando estábamos haciendo las escenas del tren no había trailer donde volver. Ni seguridad ni otro personal podían estar alrededor porque estábamos rodando y podían aparecer en la película”.
“Entonces es cuando realmente pude conocerle. Éramos solo nosotros, la cámara y el director. Entonces se abrió y se mostró más suelto. Hablamos de todo, desde el tiempo hasta su video Thriller. Era un chico normal y muy profesional”.

Sam cuenta que después de ver a Michael sofocado por su personal de seguridad fue bueno verle solo y siendo él mismo. Michael le dijo a Sam que realmente tuvo que salir corriendo cuando hacía el vídeo Thriller. Parecía que los monstruos le daban verdadero miedo.

Hablaron de chicas y de la familia. Sam se llevó una sorpresa con el libro de Mary Wilson. “Teniendo que estar en el tren unas cinco horas, pasamos mucho tiempo esperando. Saqué un libro de mi mochila, era el nuevo libro de Mary Wilson: Dreamgirl. Le pregunté a Michael si podía escribirme algo en él. Cuando le di el libro, miró casi horrorizado. ‘¿Estás leyendo este libro?’, preguntó. ‘Sí, ¿lo has leído?’, dije. ‘No leeré este libro. Mary está muy celosa de Diana. Deberías haberla visto en el especial de Motown 25…’ “Siguió contándome como si yo hubiera estado allí”, recuerda Sam, “así que de broma le dije que sí, sabía de qué estaba hablando, vi a Diana esa noche y me dijo que te saludara… Y ambos nos echamos a reír”.
Sam cuenta que Michael hablaba con orgullo del nuevo álbum. No tenía duda de que Michael era un genio. Michael pasaba la mayor parte de su tiempo libre componiendo canciones en su cabeza. “Entre cada secuencia podías escucharle cantando y tarareando. Se sacaba esas melodías de su cabeza. Eran lo suficientemente buenas como para incluirlas en discos. Todo lo que sale de la boca de ese chico es oro”.

 
El equipo rodó en el tren durante cinco horas arriba y abajo una y otra vez. Cuando el director dijo finalmente que habíamos terminado, el tren empezó a volver hacia la escuela. Michael divisó al conductor y le preguntó: “¿Puede enseñarme cómo funciona el tren?”
El conductor se quedó más que entusiasmado de llevarle de la mano hasta el frente de la máquina. Le llevó a la cabina y le enseñó los controles. Michael parecía fascinado. El tipo le dejó el control del tren. Empezamos a ir despacio. Después dando sacudidas. Yo le grité a los demás: Michael está conduciendo el tren! Una señora mayor gritó: Oh, Dios mío! Pero todo el mundo estaba divertido. Le dije a Michael: ‘Dale, Michael, dale más potencia!’ El conductor le enseñó a Michael la bocina y se puso a tocarla”.


Se corrió la voz de que Michael Jackson estaba por allí y los fans rodearon la estación del tren. Mientras Michael llevaba el tren a la estación pudo ver a todos los fans con fotos, posters y albums. No pueden imaginarse el asombro en los ojos de un chico mientras saltaba gritando: “Mami, mami, mira, Michael Jackson está conduciendo el tren!”.